Mauro Gustavo López de León, alias “Lupillo”, fue condenado a 301 años de prisión por el Tribunal de Mayor Riesgo E. El fallo estableció su responsabilidad penal en varios crímenes cometidos en el occidente del país, entre ellos la muerte de nueve agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) en Salcajá, Quetzaltenango, en junio de 2013.
La resolución fijó penas diferenciadas según los delitos probados. Por 11 homicidios, el tribunal impuso 275 años de cárcel. Además, dictó 20 años de prisión y una multa de Q50 mil por el secuestro de un subinspector policial. A esto sumó seis años por asociación ilícita, lo que completó la condena total de 301 años.
Al fundamentar la sentencia, el presidente del tribunal, Elvis Hernández, señaló que el Ministerio Público presentó pruebas suficientes. Estas demostraron que López de León integraba la estructura criminal dirigida por Eduardo Villatoro Cano, conocido como “Guayo Cano”. Durante el juicio se acreditó que miembros de esa organización participaron en:
el ataque armado contra la subestación policial
el secuestro de un mando policial, cuyo cuerpo apareció posteriormente sin vida
El tribunal programó para el miércoles 17 de diciembre la audiencia de reparación digna. En esa diligencia definirá el mecanismo de compensación para las víctimas del caso.
Las autoridades capturaron a López de León el 20 de marzo de 2024 en la aldea San Ramón La Montaña, La Libertad, Huehuetenango, tras un enfrentamiento con fuerzas de seguridad. Antes de su detención, figuraba en la lista de los 100 más buscados del país. Las investigaciones lo vinculaban a estructuras del narcotráfico, entre ellas el Cártel del Golfo.
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